EROTIC

l



DÉJATE SEDUCIR ESTA NOCHE

Déjate seducir esta noche, apaga la luz del intelecto y enciende la vela de la pasión ¿Puedes escuchar la música que flota en el ambiente?
Déjate seducir esta noche, olvídate de todo y piensa en ti, despójate del hábito de la rutina y la monotonía.
Déjate seducir esta noche, escucha el susurro del amor en tu oído, el tiempo existe olvídate de él, vive placenteramente tu momento.
Déjate seducir esta noche, disfruta el tiempo, escucha la melodía de los sentidos y desnúdate lentamente de los complejos que te abruman.
Abandona la rutina, llénate de alegría de dicha y de pasión, solo estamos en esta vida de manera momentánea ¿Por qué aferrarnos al pasado?
¿Por qué ser esclavos de la costumbre, cuando tenemos la dicha de vivir algo nuevo y fascinante?

Déjate seducir esta noche, escucha la vos de tus sentidos, olvídate de todo y piensa en ti.
AUTOR: X. BERNAL



UN SUEÑO
Me enajena, me emociona y me exita el solo hecho de pensar en ti, el recordar la belleza de tu cuerpo despierta en mí una sensación indescriptible; esa sensación de tenerte y no tenerte, de hacerte mía sin siquiera tocarte; de dibujar con mis labios cada línea de tu cuerpo, de crear una sombra con mis manos.


Suelo soñar contigo, y me pierdo entre la realidad. En mi sueño veo la perfección de tu desnudez; veo en tus ojos una mirada dulce, cálida y llena de deseo; miro tus labios húmedos, sugerentes, que invitan a ser explorados. Bajo la vista y veo un par de senos firmes; deseosos, perfectos, con dos pezones erguidos, ansiosos de ser acariciados.


Tu vientre escurre sudor; sube y baja lentamente, quizá por la excitación no manifestada; por la emoción del momento... por el deseo.


Bajo mi vista y contemplo tus piernas firmes; perfectas, que me invitan a acercarme. Lentamente y sin prisa rodeo el espacio que me separa de ti. Me acerco... te acaricio sin tocarte, te veo sin mirarte. Puedo sentir tu respirar, puedo oler tu esencia, puedo percibir tu excitación, tu deseo, tu sueño, tu fantasía.


Tomo entre mis manos tu cintura la acerco a mí con firmeza; con fuerza, motivado por el deseo; poseído por la incertidumbre.


Ansioso de ti... con mis labios acaricio tu cuello, y bajo lentamente hasta sentir la perfección de tus senos. Los beso, los acaricio; los hago míos. Tomo entre mis labios tu pezón que se ha levantado como atalaya. Lo acaricio lentamente con mis labios, mientras mis manos se posan sobre tus senos y dibujan la forma perfecta que asoma de tu cuerpo.


Tu respiración es más rápida, más agitada, más fuerte; tu pulso se acelera al sentir mis manos recorrer tus piernas. Las acaricio con mis manos suavemente, sintiendo el contorno perfecto que han formado.


Subo un poco mas y siento correr en mis dedos la humedad que fluye de vagina, tan cálida... tan llena de deseo. Percibo el dulce aroma que emana de tu interior. Mis labios se posan en tu fuente y dibujan un corazón perfecto. Te siento estremecer mientras mi lengua cual mariposa sobre una flor, se deleita con el elixir que fluye de ti. Un gemido acompaña tu palpitar acelerado, mientras tu cuerpo se convulsiona.


Ansiosa… con tus manos buscas mi cintura y con fuerza me atraes hacia ti. Tomas mi pene entre tus manos y lo acaricias con ansiedad. Te pones de rodillas y con tu lengua juegas con mi miembro que se ha erguido como un obelisco. Con entrega infinita sigues los movimientos con tu lengua, con tus labios, con tu boca. Mi verga responde aumentando y endureciendo al máximo su esencia, mientras mi cuerpo se estremece.


Te pongo de pie, mi cuerpo entero te desea y no quiero prolongar por más tiempo la espera, te levanto entre mis brazos y con ansia inagotable te tumbo sobre la cama; abres tus piernas en una dulce invitación para entrar en tu humedad.

Nuestros cuerpos se funden en uno. Escucho tu gemir al sentirme dentro de ti. Nuestras almas se funden en una mientras entro y salgo de la humedad de tu cuerpo.

Con fuerza, con pasión; con ansia y un deseo desbocado disfruto de la completa humedad de tu interior; entro y salgo al compás de tu respirar. Miro tu rostro: Te muerdes los labios gozas el momento… tu mirada lo confirma, no quieres que termine no quiero terminar; tus caderas danzan al compás de nuestro aliento.


Una vez más mis ojos se posan en ti. Contemplo extasiado tu belleza; disfruto la desnudez de tu cuerpo. Me gusta tu mirada picara y traviesa. Besas mis labios, disfruto su dulzura, te acaricio sin tocarte, te veo sin mirarte.


Despierto lleno de sudor, con la respiración agitada, con deseo, te
busco, recorro con la vista cada parte de mi habitación, pero solo veo sombras ¡Malditas sombras que se mofan de mí! Que se burlan de mi... de mi deseo, de mi sueño, de mi fantasía. No termino de asimilar, de deducir, de creer, de despertar.


Autor: Xavier Bernal